viernes, 20 de mayo de 2011

Madrid más grande que nunca.


Las protestas que se están produciendo en la madrileña Puerta del Sol se están convirtiendo en un pedacito de historia que afortunadamente nos ha tocado vivir.

Puerta del Sol (Madrid), jueves 19 de mayo de 2011.
Cuando me tocaba estudiar algún examen de Historia, muchas veces fantaseaba con vivir las revueltas burguesas del siglo XIX y también envidiaba quienes vivieron el levantamiento de París en 1789 o los de Rusia en 1905 y 1917. Lo envidiaba sencillamente por el sentir popular de esos días, no por ideas políticas. La Historia ha puesto finales felices y tristes, a todos estos levantamientos que han dado forma a lo que actualmente tenemos, el capitalismo. Cambiamos nobles por burgueses, Estados por Mercados, y ahora no tenemos nombres que nos opriman, tenemos dificultad para pensar por nosotros mismos.

Desde hace meses me sorprendía que cada vez me encontraba con más gente que no creía en la buena intención de los políticos y que veía la cosa muy negra. También me sorprendía que no ocurriera nada aunque todo el mundo estuviera cabreado. No sé cómo, pero la mecha se prendió. Manipulación de la izquierda viejuna? No lo tengo claro, aunque posiblemente si que le beneficie, pero no puede restar importancia a lo importante, quien estalló. Estalló todo el mundo, de todos tipos y colores, porque todo el mundo tenía razones para quejarse, porque todo el mundo tenía el sentido común en intermitente. Agrego un link a la cronología de cómo se gestó el movimiento.

Y todo ocurre en Madrid. La ciudad donde he nacido y me he criado. La ciudad que si no existe, el infierno tampoco. La ciudad que ahoga y no dejas. Supongo que será algo psicológico lo que te hace querer tu lugar de nacimiento, porque la verdad que no deja de ser una megaurbe supercontaminada y donde para gustos colores. Pero aun así acabas sintiendo un poquito de orgullo.

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